Sunday, July 7, 2013

Sueño Políticamente Incorrecto de una Noche de Verano.

Supongo que ahora, en el calor sofocante de una noche cualquiera, puedo volver. Hay siempre demasiado en mi cerebro, un torrente descontrolado que es imposible de ordenar, de clasificar. Niflheim me hace sentir tan perdida que no puedo ni imaginarme escribiendo aquí.

No es fácil escapar de allí, pero existe un método, quizás el más estúpido posible, según la mentalidad políticamente correcta. Es posible que distorsionen su significado para fines económicos, pues mi vía de escape no es más que un instrumento publicitario hoy en día: Soñar.

Suena estúpido, ¿no es cierto? Estúpido, típico y sensiblero. Pero de Niflheim no puedes largarte, Niflheim soy yo, pero eso no me impide ignorarlo.

A veces me imagino en medio de una calle larga e interminable, hacia las tres de la mañana, con una botella de indeterminado contenido en una mano, y una sustancia psicotrópica y humeante inundando mis pulmones y bailando entre mis dedos. No hay nadie que pueda romper la música de fondo, seguramente algún tipo de canción indie, tal vez ambiental, tal vez alguna balada antigua de un grupo de rock de los ochenta.
Pero no estoy sola. Hay gente a mi alrededor, borracha y drogada, riendo, lanzando papeleras por los aires, rompiendo los cristales de los coches y haciendo sonar las alarmas; pero me siento tan ajena al mundo que parece no estar ocurriendo. Y no lo está.

Mientras pienso todo esto, me siento bien. Incluso cuando la policía empieza a perseguirnos, cuando corremos hasta perderles de vista o no. Unas veces decido escapar y sentarme en un callejón, deslizarme por la pared, hasta que mi respiración se normalice. Otras me cogen, forcejeo y les insulto. Pero siempre me siento bien. Orgullosa de mí misma y lo que soy, de lo que hago y de cómo lo hago.

Sueño con golpear el mundo y todo lo moralmente correcto, lo que ellos dicen que es ahora la ética. Puede que sea una locura, vandalismo, inmadurez. Pero ni mis calificaciones ni la aprobación de la sociedad han conseguido hasta ahora saciarme. Y el hecho de hacer lo que ellos no quieren que haga, me produce demasiada satisfacción como para avergonzarme por ello.

Sueño con quererme día a día, noche tras noche, con mirarme al espejo y aceptarme por ser Yo.
Pero por ahora, tal y como ya he dicho, parece ser solo un sueño.

No comments:

Post a Comment